domingo, 14 de diciembre de 2008

La Inauguración

Este espacio es el experimento de un joven colombiano que vive en la ciudad de Bogotá, treintañero, educado, de familia "acomodada", o mejor de familia clase "media-alta". Esto implica que ha disfrutado de ciertas comodidades como estudiar en un buen colegio, asistir a una buena universidad, aprender dos idiomas, viajar, etc.

Adicionalmente, y ahora me voy a permitir hablar en primera persona, tengo un trabajo relativamente bien remunerado, y en este sentido trato de ahorrar lo que más puedo en estos tiempos de zozobra financiera, sin que ello signifique que, como cualquier joven promedio en el mundo, no salga a divertirse de vez en cuando. Claramente, como cualquier joven promedio en el mundo, tengo mis problemas, una timidez casi legendaria que he ido superando y otras cuestiones internas que no vienen al caso… es mejor no abrir esa puerta.

Debido a lo anterior, este blog es un simple experimento para dar a conocer mis opiniones sobre uno de los planes que más disfruto: ir a comer!!!. Más allá de una necesidad fisiológica, la comida es una forma de llenar el alma, de conocer culturas, es un ritual que sin saber por qué, se me hace necesario. Tardé un poco en tomar la decisión de iniciar este blog por varias razones: la primera porque no estoy acostumbrado a dar a conocer mis opiniones y someterlas al "escrutinio" público. La segunda, porque el trabajo me consume mucho tiempo, y escribir un blog requiere un esfuerzo mental adicional a mis actividades diarias. La tercera, porque el plan de ir a restaurantes implica un gasto monetario que no puedo asumir tan seguido como quisiera. La cuarta, porque aún no sé cómo voy a estructurar este espacio. Creo que, como casi todo en la vida, lo iré definiendo sobre la marcha.

En mi parecer, no hace falta mucho para probar una buena comida. No se requiere estar en el sitio más exclusivo, ni los platos con los nombres más rebuscados. Es más, ni siquiera se necesita estar en un "restaurante" como tal, puede ser un lugar de comidas rápidas, una cafetería, o cualquier otro lugar donde sirvan comida. Para efectos de este blog, digamos que "restaurante" es cualquier sitio público donde me alimenten el cuerpo y el alma. Eso sí, debe tener un requisito básico y fundamental: el "restaurante" debe ser al menos decente: limpio y que me genere confianza de que no me voy a intoxicar o algo peor.

Además de lo anterior, es evidente que tener una buena compañía mejora la experiencia de comer el plato más fino, elegante y distinguido, y hasta puede potencializar las calidades de los alimentos (claramente esto último puede ser un mal chiste) En todo caso, si la comida y/o el sitio no cumplen las expectativas, lo mejor es compartir las penas con los comensales, encontrándole el chiste a todo -como buenos colombianos-, y si alguien tiene las fuerzas, hacer caer en cuenta de sus errores a los administradores del sitio.

Finalmente, es pertinente mencionar que de un tiempo para acá, la ciudad de Bogotá ofrece a sus ciudadanos y a los turistas, múltiples opciones gastronómicas...hay una buena variedad de sitios, platos, precios y ambientes que pueden satisfacer los paladares de los que disfrutan desde los placeres más simples de la vida, hasta los que se conforman sólo con lo mejor. En fin, Bogotá otorga a los amantes de los restaurantes un menú para cerrar los ojos y disfrutar (o criticar según la ocasión).

En la medida que el dinero, el tiempo y el ánimo me lo permitan, estaré presente en este blog, pues es tal vez, una forma de exorcizar mis demonios internos.

Saludos.

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